Aunque el dolor de cuello (en la columna cervical) es menos común que la lumbalgia (en la columna lumbar), millones de personas experimentan un dolor de cuello, o un dolor de brazo relacionado, en algún momento de sus vidas.

La gran mayoría de los casos de dolor de cuello se curarán con el tiempo y pueden ser atendidos con tratamientos no quirúrgicos. Sin embargo, existen algunos síntomas que son posibles indicadores de una afección médica grave y los pacientes que tengan estos síntomas deben buscar atención médica inmediata.

  • Un déficit neurológico progresivo (debilidad de los brazos o pérdida de sensación y coordinación en brazos o piernas) podría ser un indicador de daños nerviosos.
  • Si un dolor persistente o creciente es acompañado por una falta de apetito, adelgazamiento no esperado, náuseas, vómitos, fiebre, escalofríos o temblor, puede indicar la presencia de un tumor medular o una infección espinal.

Aunque muchos casos de dolor de cuello no tienen una causa anatómica identificable, ciertos tipos de dolor de cuello y dolor de brazo pueden estar asociados con una causa de carácter general (tal como una distensión muscular) o con una afección diagnosticable (tales como una hernia discal cervical o una estenosis cervical).

 

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